Cap. 12 "Sorpresa en el Gabinete"
Esta mañana temprano he ido a poner el anuncio en el periódico para buscar compañero/a de piso. Después, sobre las 11:00, he pasado por la puerta del gabinete y he pensado en subir a instalar varias cosas en el ordenador. Carlos me había dado la llave el primer día y como no tenía nada mejor que hacer, pues he subido.
Al entrar he oido ruido en el despacho de Rosa, la mujer de Carlos. Pensando que estaría trabajando, me he acercado y he llamado a la puerta, que estaba entreabierta. De pronto... ¡plaf! Rosa estaba tirada encima de la mesa y Marcos, el secretario, estaba encima de ella con los pantalones por la rodilla... mi cara ha sido de foto, pero la de ellos más todavía. He pedido disculpas y me he ido corriendo de allí. Camino de casa, Rosa me ha llamado al móvil para decirme que por favor no dijese nada a Carlos de su idilio con el secretario... si ya sabía yo que estos dos estaban demasiado juntos siempre...
Anoche estuve con mis vecinas. Vinieron a casa a presentarse y me invitaron para cenar. Son geniales. Se llaman Gloria y Angels y me contaron que eran pareja desde hacía cinco años. Gloria es profesora en la Universidad y Angels es periodista en un periódico de tirada nacional. Lo pasé muy bien con ellas, riéndo y contando batallitas de alumnos, periódicos y anécdotas con pacientes... la verdad es que me alegra tener a vecinos como ellas y no los viejos cotillas que tenía en mi antigua ciudad.
Pero volviendo a lo que he hecho hoy, al llegar a casa y después de lo sucedido en el gabinete, me he conectado un rato a un chat y he quedado con un chico de aqui. Que desastre... si fuera creyente pensaría que dios me está gastando bromas absurdas y sin gracia. El chico tenía un tic nervioso en el ojo derecho y no dejaba de rascarse el cuello. Hablaba muy rápido y sus ojos invitaban a salir corriendo de allí. He aguantado heróicamente una hora de charla absurda y me he marchado. Si no fuese porque ya me conozco, juraría que no entro más en un chat... pero vaya, al final siempre caigo de nuevo. Lo que me recuerda a una canción de mia dorada Chavela Vargas que canta así: "Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores. Otra vez a brindar con extraños, y a llorar por los mismos dolores..." pues en esas estamos. Y mira que yo he acudido a la cita siguiendo el teorema de Bridges Johns que dice que, si te pones ropa interior fea, seguro que acabas en la cama de alguien, pero si te pones lo mejor que tienes, nadie te la va a ver...
Ahora vuelvo a estar solo en casa. He pensado en salir a dar un paseo y ver la ciudad, hasta que me canse... Estar tanto tiempo solo ya no me hace mucha gracia...
Al entrar he oido ruido en el despacho de Rosa, la mujer de Carlos. Pensando que estaría trabajando, me he acercado y he llamado a la puerta, que estaba entreabierta. De pronto... ¡plaf! Rosa estaba tirada encima de la mesa y Marcos, el secretario, estaba encima de ella con los pantalones por la rodilla... mi cara ha sido de foto, pero la de ellos más todavía. He pedido disculpas y me he ido corriendo de allí. Camino de casa, Rosa me ha llamado al móvil para decirme que por favor no dijese nada a Carlos de su idilio con el secretario... si ya sabía yo que estos dos estaban demasiado juntos siempre...
Anoche estuve con mis vecinas. Vinieron a casa a presentarse y me invitaron para cenar. Son geniales. Se llaman Gloria y Angels y me contaron que eran pareja desde hacía cinco años. Gloria es profesora en la Universidad y Angels es periodista en un periódico de tirada nacional. Lo pasé muy bien con ellas, riéndo y contando batallitas de alumnos, periódicos y anécdotas con pacientes... la verdad es que me alegra tener a vecinos como ellas y no los viejos cotillas que tenía en mi antigua ciudad.
Pero volviendo a lo que he hecho hoy, al llegar a casa y después de lo sucedido en el gabinete, me he conectado un rato a un chat y he quedado con un chico de aqui. Que desastre... si fuera creyente pensaría que dios me está gastando bromas absurdas y sin gracia. El chico tenía un tic nervioso en el ojo derecho y no dejaba de rascarse el cuello. Hablaba muy rápido y sus ojos invitaban a salir corriendo de allí. He aguantado heróicamente una hora de charla absurda y me he marchado. Si no fuese porque ya me conozco, juraría que no entro más en un chat... pero vaya, al final siempre caigo de nuevo. Lo que me recuerda a una canción de mia dorada Chavela Vargas que canta así: "Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores. Otra vez a brindar con extraños, y a llorar por los mismos dolores..." pues en esas estamos. Y mira que yo he acudido a la cita siguiendo el teorema de Bridges Johns que dice que, si te pones ropa interior fea, seguro que acabas en la cama de alguien, pero si te pones lo mejor que tienes, nadie te la va a ver...
Ahora vuelvo a estar solo en casa. He pensado en salir a dar un paseo y ver la ciudad, hasta que me canse... Estar tanto tiempo solo ya no me hace mucha gracia...
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